Yo… He visto cosas que vosotros no creeríais

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… y no ha sido ni atacar naves en llamas* más allá de Orión, ni brillar Rayos-C en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhaüser como dice Roy Batty (Rutger Hauer) en el famoso monólogo del final de la película Blade Runner (Ridley Scott, 1982)

Lo que sí he visto, hace mucho tiempo, pero no en una galaxia lejana, fue empresas trabajando sin ordenadores personales, comerciales vendiendo sin teléfonos móviles y pedidos entrando a los departamentos de ventas por fax.

He visto también muchos m²de oficina en el centro de la ciudad dedicados a archivo y no hablamos de almacenar cantidades ingentes de Tera/Petabytes, hablo de documento físicos, en papel y perfectamente guardados en archivadores en interminables estanterías, con sus correspondientes carátulas, etiquetas identificativas, códigos de colores, etc.

Como continúa diciendo Batty:

 

“Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia”

 

Estoy seguro de que hay momentos que perdiéndose en el tiempo no afectan a la marcha de nuestras empresas, es más, a veces esas pérdidas la mejoran. Recuerdo la encarnizada lucha que tuve con la secretaria del Jefe, trabajando en un Agente de Cambio y Bolsa por el año 1987, por querer sustituirle SU máquina de escribir eléctrica por un ordenador personal y su correspondiente impresora, la lucha duró tiempo y se zanjó por mandato directo y expreso del Jefe: “retírele la máquina de escribir”, el resultado fue que cuando mi queridísima Ofelia se formó y se adaptó al cambio. Descubrió un nuevo tiempo en el que gracias al tratamiento de texto podía modificar, copiar, borrar, mover, en fin, lo que es editar un texto y todo ello sin necesidad de volver a mecanografiar todas las páginas cada vez que el Jefe hacía un cambio en un documento. Resultado: ya no pudo volver a vivir sin SU ordenador.

Lo que sí es preocupante que se pierda y desaparezca de la Empresa “como lágrimas en la lluvia” es el TALENTO.

El riesgo y el impacto que tiene perder TALENTO, motivado por la salida de empleados formados y que sobre todo conocen perfectamente las dinámicas de trabajo, la cultura corporativa y las “best practices” establecidas, es muy alto.

En mi camino profesional he visto, además del crecimiento vegetativo habitual con entradas y salidas que podríamos considerar naturales, salidas masivas de compañeros a veces motivadas por una coyuntura poco favorable que ha desencadenado en un ERE, bien por motivos económicos o bien por motivos organizativos.

Pero también he visto salidas masivas en situaciones de bonanza económica como el  desarrollo acelerado de un sector de actividad, claro ejemplo el de las TELCO en España cuando se liberalizó el mismo, en aquella época salían compañeros casi todas las semanas, incentivados por ofertas difícilmente rechazables de empresas competidoras o fabricantes, y no sólo eran buenas en la parte económica/beneficios sociales, sino que también ofrecían ascensos de categoría y carreras profesionales.

 

Cierto es que nadie es imprescindible, pero además de lo estrictamente personal, cuando un empleado sale, hay un periodo de adaptación para cubrir el trabajo que realizaba y que no consiste exclusivamente en llenar la parte llamémosle mecánica de la función que realizaba, sino también en otras facetas como el conocimiento, habilidades, experiencia y liderazgo, lo que a veces es menos trivial de lo que pudiera parecer en un principio y más difícil de descubrir, evaluar y reemplazar.

 

En TakeaLeap hemos detectado la necesidad de medir el impacto del conocimiento, o de la falta de este, en la rentabilidad del negocio, dicho conocimiento y la suma de los conocimientos individuales en un conocimiento global es los que hace tan valioso el TALENTO para la empresa, aunque a veces lo más difícil es detectarlo, potenciarlo y sobre todo mantenerlo.

Hemos desarrollado una solución realista para dar una respuesta tangible a todas estas necesidades.

Como ya está publicado en infinidad de foros, lo primero que hay que tener en cuenta para navegar hacia la TRANSFORMACIÓN DIGITAL es poner al cliente en el centro de toda nuestra actividad y en todas nuestras áreas de actividad.

¿Quién es nuestro cliente más importante?: el cliente interno, pues sin él difícilmente podremos acometer nunca ese apasionante viaje que no terminará nunca hacia la TRANSFORMACIÓN DIGITAL, si nos fijamos exclusivamente en la vertiente  tecnológica del mismo, estaremos destinados con toda seguridad a no conseguir el éxito.

 

* “atacar naves en llamas” sólo aparece en la versión con doblaje castellano, en la versión original la frase es “Attack ships on fire” o “naves de combate en llamas” como se tradujo en los doblajes latinoamericanos.

Este es un ejemplo más de que un error, es lo que perdura en la memoria colectiva y se convierte en una realidad “de facto”.