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El valor real de una empresa
El valor real de una empresa no es únicamente lo que aparece en su balance de activos y pasivos, se complementa con muchos otros valores de carácter intangible que aumentan exponencialmente su valor. En este caso, un valor fundamental, viene dado por la cantidad de conocimiento que reside en ella. A lo largo de la historia este conocimiento ha marcado el devenir de la sociedad y también de nuestras organizaciones empresariales, clave para la toma de decisiones fundamentadas.
El conocimiento tácito
Pero en la era del conocimiento en que vivimos, en un mundo que cambia rápidamente, gran parte del conocimiento nuevo se presenta en forma de conocimiento tácito, conocimiento que reside en nuestras cabezas pero que es muy difícil de articular, categorizar, acumular y gestionar para su aprovechamiento dentro de las organizaciones. Es el conocimiento que tiene que ver con nuestra experiencia en el día a día y nuestra relación con el entorno. Además, este conocimiento tácito evoluciona a medida que nos enfrentamos a nuevas situaciones y es extremadamente valioso porque refleja nuestra experiencia de primera mano con los cambios que se producen a nuestro alrededor y puede representar una ventaja competitiva clave para diferenciarnos de la competencia.
La era de la inteligencia colaborativa
En cualquier organización disponemos de una cantidad ingente de información de nuestro entorno, bien sea de nuestro proceso productivo, clientes, competencia o tecnología. Información que en muchos casos nunca llega a ser procesada adecuadamente por nosotros y que procede de múltiples fuentes. Simplemente nos pasa por delante, sin que queramos o podamos prestar la suficiente atención. La decisión es individual, nosotros decidimos si ese conocimiento lo aprendemos o lo rechazamos. En un caso extremo, esta información, debidamente analizada y utilizada, supone dejar pasar oportunidades para mejorar nuestra posición en el mercado.
Es verdad que es imposible poder aprovechar toda esta fuente de conocimiento sin que se produzca el debido aprendizaje, en los individuos y también en la propia organización. En este proceso de análisis de la información, categorización, transmisión del conocimiento, y finalmente aprendizaje, es donde se genera la verdadera transformación hacía una cultura basada en el conocimiento.
La gestión del conocimiento (del inglés knowledge management) tiene el fin de transferir el conocimiento desde el lugar donde se genera hasta el lugar dónde se va a emplear, e implica el desarrollo de las competencias necesarias al interior de las organizaciones para compartirlo y utilizarlo entre sus miembros, así como para valorarlo y asimilarlo si se encuentra en el exterior de estas. Para ello, debemos ser capaces de combinar todo capital intelectual de la organización a través de un sistema de gestión lo más completo y global posible que nos permita captar, gestionar, desarrollar y, finalmente, transferirlo para que se produzca el aprendizaje.
¿Podemos obtener resultados de una cultura basada en el conocimiento?
En nuestra experiencia estos dos últimos años con nuestra metodología Brainteam en entornos B2B, hemos combinado el diagnóstico y la implantación de herramientas de gestión a través de Inteligencia Artificial y Machine Learning, para buscar el conocimiento dentro de la organización, acumularlo y ofrecerlo de manera automática a los empleados que lo necesiten para que aprendan exactamente lo que queramos que sepan, eliminando redundancias y limitando la carga de transferencia del conocimiento.
La metodología Brainteam permite también a los empleados gestionar información a través del chatbot para resolver sus dudas y, en caso de no tener la respuesta autónomamente, enviarlas a las personas que puedan resolverla o expertos de cada una de las materias.
Durante este proceso identificamos talento, personas claves para la compañía y detectamos vacíos de conocimiento a través de una analítica de KPI´s objetivos de conocimiento, permitiendo que los negocios sean mucho más rentables y pongamos el foco en lo que realmente se necesita para seguir creciendo.